Que pasa cuando la comunicación y el seguimiento a oportunidades de negocio quedan en el camino, por diferentes situaciones es común que, así como surgen repentinos proyectos por cotizar, con premura y urgencia, sin tener datos confirmados de tiempos de implementación, de necesidades, alcances y en general sin tener un panorama que ofrezca confianza tanto al distribuidor y mucho menos al fabricante, resulta que al final alguien se atreve a hacerlo y gana.

Dependiendo el rol que juegues en esta partida, seas cliente final, integrador, distribuidor o fabricante, esta claro que es mucho lo que se pone sobre la mesa cuando se trata de proyectos medianos o grandes, no me refiero precisamente al monto económico que representa sino al impacto del resultado que pueda que puede tener en muchos sentidos.

Gran parte de la responsabilidad de que existan estos proyectos express es de nosotros, que somos quienes abrimos esa puerta con tal de ganar un concurso o licitación, esos procesos de compra que siempre tienen candados, letras invisibles, plazos cortos de respuesta.

De cierta manera, los responsables de estas practicas son los procesos mismos de compras y adquisiciones por parte de dependencias de gobierno y también de particulares, que dejan muy poco margen de maniobra para los que quieran participar, existiendo muchas veces alcances superiores que pudieran ofrecerse y diferentes maneras de hacer las cosas con el mismo presupuesto o incluso menos.

Existen empresas que su principal fuente de ingresos es la participación en licitaciones, con un largo camino recorrido conocen todos los atajos para llegar a la meta, ellos suelen tener esa habilidad de replantear las cosas, voltear procesos de cabeza e improvisar para ganar.

Fueron 2 los proyectos en los que he sido participe como parte de un equipo para completar la documentación y llegar a ese mágico sobre cerrado el día y hora indicada, solamente en uno de dos fuimos adjudicados, no está mal como balance.

Al final solo quiero expresar que el 99% de las ocasiones que me ha tocado atender solicitud de “proyectos” jugosos que urge presentar una propuesta el mismo día sin suficiente información para hacer algo como estamos acostumbrados a hacerlo, resultan ser una perdida de tiempo, lo difícil es que ese otro 1% restante me ha sacado grandes sorpresas.

En conclusión, creo que si la capacidad, las formas y el tiempo lo permiten, hay que intentar de todas, todas.