El éxito de la tecnología educativa después de Covid
"Que la tecnología permitiera que las labores educativas continuarán para muchas personas mientras el avance del COVID cerraba escuelas ya no es sorprendente", escribe Michael B. Horn, colaborador senior de la revista Forbes. "Si esto hubiera sucedido hace apenas dos décadas, sería una novela de ciencia ficción".
Todos conocemos la historia. Los cierres de escuelas y las cuarentenas durante la pandemia de COVID-19 obligaron a los colegios a aumentar sus esfuerzos en un área concreta: tecnología. Los sistemas escolares tuvieron que invertir en nuevo hardware, software y dispositivos para que los alumnos pudieran seguir aprendiendo a distancia. Los profesores tuvieron que familiarizarse rápidamente con las nuevas herramientas tecnológicas para facilitar las aulas y tareas virtuales. Todo ello para garantizar que los estudiantes pudieran seguir estudiando a pesar de la pandemia.
El genio ha salido de la botella
¿Qué ha ocurrido desde entonces? El uso de tecnologías que dieron buenos resultados durante la pandemia se ha seguido adoptando y ampliando en un mundo que recurre cada vez más a soluciones en línea. Estas tecnologías incluyen aulas virtuales, herramientas de evaluación en línea y software de videoconferencia. Este cambio hacia el aprendizaje en línea ha abierto nuevas oportunidades para que los estudiantes accedan a la educación independientemente de su ubicación. También ha permitido a los educadores llegar a un público más amplio y ampliar el alcance de sus enseñanzas.
En un artículo reciente, Conor Williams escribe en The 74 que, tras visitar docenas de aulas durante seis meses, el aprendizaje digital está en todas partes. "No recuerdo haber visto ni una sola sin una pantalla de computadora proyectada en la pizarra al frente del aula".
Uno de los términos más utilizados de los últimos años es "la nueva normalidad", pero es la mejor descripción de lo que está ocurriendo en nuestro sistema educativo. En lugar de reabrir las escuelas a la enseñanza "normal" tras la pandemia, hemos llevado el aprendizaje virtual diario a las aulas del mundo real. Ha sido un paso necesario para seguir el ritmo de la tecnología del siglo XXI, en constante evolución, y para permanecer alerta ante la posibilidad real de un futuro acontecimiento que cambie el mundo. Ha permitido a los alumnos mantenerse en contacto con sus compañeros, a pesar de la distancia física. Además, ha permitido a los profesores impartir clases de forma más atractiva e interactiva.
¿Es mejor lo nuevo?
Esa es la pregunta de los 304 mil millones de dólares. La tecnología ofrece muchas ventajas, pero algunos educadores lamentan la pérdida de interacción personal. La tecnología no puede sustituir la atención individual que un profesor puede prestar a un alumno. También carece de la conexión emocional que puede hacer que el aprendizaje sea más significativo y agradable. Esto ha llevado a muchos a la conclusión de que, en última instancia, la tecnología debe utilizarse para complementar las funciones de los profesores, no para sustituirlas. La tecnología no puede sustituir la atención individual que un profesor presta a un alumno. También carece de la conexión emocional que puede hacer que el aprendizaje sea más significativo y agradable.
Pero el consenso es que la tecnología está transformando a mejor el aprendizaje y la enseñanza. Los macrodatos y la inteligencia artificial (IA) ayudan a los educadores a mejorar su eficacia y los resultados del aprendizaje, mientras que la gamificación (añadir elementos de juego a una tarea) y el aprendizaje inmersivo hacen que el aprendizaje sea más experiencial y atractivo. La tecnología está dando a los profesores acceso a herramientas más potentes para adaptar la enseñanza a las necesidades de cada alumno. Al mismo tiempo, la realidad virtual y la realidad aumentada pueden transportar a los alumnos a nuevos mundos y ayudarles a explorar ideas y conceptos complejos.
¿Cómo evolucionará la enseñanza en el futuro? Nuestros sistemas escolares ya han adoptado la educación STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), que se centra en enseñar a los alumnos las habilidades necesarias para triunfar en el siglo XXI. En otras palabras, los alumnos están aprendiendo a programar y explorando la tecnología de realidad virtual y aumentada. Esta atención a la tecnología en las aulas no hará sino crecer. A medida que los alumnos se acostumbren más a la tecnología, los profesores podrán integrar más herramientas digitales en el aula para mejorar la experiencia de aprendizaje. El futuro de la enseñanza en el aula será, sin duda, un futuro plenamente tecnológico.
Please sign in or register for FREE
If you are a registered user on AVIXA Xchange, please sign in