Con el objetivo de unir impacto social con formación técnica, Convergint Brasil se sumó al proyecto Jornaduca, en alianza con la ONG Instituto Empreenduca, Sebrae y Desk Manager, contribuyendo con una nueva generación de estudiantes destinada a ofrecer a jóvenes de bajos ingresos la oportunidad de iniciar una carrera en el sector audiovisual y de seguridad electrónica. 

Según Bruno Cruz, Director de Marketing & Academy de Convergint en América Latina, la iniciativa surgió por la necesidad interna de contar con profesionales más calificados, en sintonía con el crecimiento de la empresa y la complejidad de sus proyectos. Pero lo que comenzó como una solución para el reclutamiento de pasantes, se transformó en algo mucho más grande: “Además de capacitar, estamos transformando historias reales”, afirma. 

Formación técnica con enfoque humano 

La ruta de aprendizaje desarrollada por Convergint Academy incluye desde contenidos técnicos hasta habilidades interpersonales. Los jóvenes participan en clases presenciales, mentorías con profesionales de la empresa y entrenamientos prácticos en un entorno laboral. El enfoque no solo está en prepararlos para el mercado, sino también en fortalecer su confianza y brindarles una nueva perspectiva de futuro. 

“Más allá del proceso de aprendizaje, queremos abrir puertas. Según el censo anual de Empreenduca, el 47% del ingreso familiar de estos jóvenes proviene del salario del propio joven. El impacto que buscamos es ser un punto de inflexión en sus vidas”, comenta Bruno. 

“Queremos que, al graduarse, tengan más autonomía, seguridad y conciencia de su propio valor. Muchos llegan sin creer que pueden formar parte de una empresa global. Pero cuando ven que hay una estructura que cree en ellos, todo cambia”, explica. 

Conexión con la industria audiovisual 

Para familiarizar a los alumnos con el sector, se incluyeron cursos introductorios de AVIXA –referente mundial en certificaciones y contenidos educativos en la industria audiovisual–, como Inicio rápido en la industria audiovisual, Aspectos esenciales de la tecnología AV y el Reconocimiento AV para Técnicos (RAVT). 

Estos cursos ayudan a los jóvenes a comprender el mercado al que están ingresando y a reconocer el valor de una certificación profesional como un diferencial competitivo. 

“Estos contenidos ayudan a construir repertorio, ampliar la visión técnica y dar una idea clara de lo que se espera en el sector. También despiertan el interés por seguir aprendiendo y creciendo”, añadió Bruno. 

Un proyecto colaborativo y transformador 

El programa es el resultado de la suma de diversas experiencias: Convergint aporta la vivencia corporativa y las oportunidades de carrera técnica; Empreenduca actúa con sensibilidad social y acompañamiento cercano a los jóvenes; Sebrae contribuye con su experiencia en emprendimiento y desarrollo de competencias. 

La metodología de la Academy es activa, con los alumnos al centro del proceso de aprendizaje. Participan en simulaciones reales, proyectos prácticos y cuentan con un Plan de Desarrollo Individual (PDI) que orienta su camino dentro de la empresa. 

Más allá de la formación: Inclusión real 

Bruno recalca que el mayor desafío para estos jóvenes no es solo la falta de conocimiento técnico, sino la ausencia de una red de contactos y de confianza para creer que pertenecen al mundo corporativo: “La inclusión verdadera ocurre cuando no solo se ofrece una oportunidad, sino que se prepara a la persona para aprovecharla al máximo.” 

Con una red interna de tutores y líderes comprometidos, Convergint garantiza acompañamiento desde el inicio del programa hasta la integración de los jóvenes en los equipos de Delivery y Postventa. 

La Academy ha desarrollado una herramienta de evaluación que permite seguir, durante al menos seis meses, cómo se aplica el conocimiento adquirido en la práctica. 

Un futuro en expansión 

La primera generación, con 20 jóvenes, ya está en marcha en San Pablo. Pero la idea es que el programa se replique en otras oficinas de Convergint en distintas regiones y países. “Queremos que esta iniciativa crezca, gane fuerza y genere cada vez más impacto”, declara Bruno. 

“Jornaduca va más allá de la formación técnica: implica escucha, contención, construcción de vínculos y acompañamiento continuo, desde la selección hasta el día a día en el trabajo.” 

Una invitación a las empresas 

Para otras empresas interesadas en invertir en proyectos de impacto social, Bruno deja un mensaje claro: “No esperen tener todo listo para empezar. Lo más importante es dar el primer paso con una intención real. Este tipo de proyecto no nace terminado. Es necesario construir diálogo entre realidades distintas, aprender, comprender y confiar. Cuando eso sucede, el impacto es transformador para los jóvenes, para la sociedad y para las empresas.” 

“Las compañías que se conectan con causas sociales de forma genuina no solo generan impacto externo, también se renuevan por dentro. Los equipos se comprometen más, el propósito se vuelve acción y la cultura organizacional se fortalece. A quienes estén considerando hacer algo así: ¡adelante! Elijan buenos aliados, escuchen a quienes ya están en este camino y comprendan que transformar realidades lleva tiempo... pero vale cada segundo”, concluyó. 

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