Streaming en directo: Qué es y por qué tu organización lo necesita

Hoy en día, la mayoría de las organizaciones comprenden el poder del video. Sin embargo, los mercados más experimentados apenas están descubriendo el enorme potencial de crecimiento que ofrece el streaming en directo. Puede aumentar la participación de los clientes, llegar a un público más amplio y ofrecer una experiencia más interactiva que los contenidos de texto y de video tradicionales. También puede ayudar a las empresas a crear conexiones significativas con sus clientes, desarrollar nuevas fuentes de ingresos y aumentar el reconocimiento de una marca.
Pero antes de que te lances a hacer una transmisión de tus eventos en vivo, te ofrecemos una introducción a la historia y la tecnología más recientes del streaming.
Netflix no inventó el concepto de “maratones de series”, pero generalizó esta práctica en 2013, cuando añadió varias temporadas de muchas de las series producidas por las cadenas premium de televisión de paga a su biblioteca de contenidos en streaming y publicó simultáneamente todos los episodios de series de su producción original. Esto cambió las reglas del juego para el gigante del streaming, ya que no dependía de los ingresos publicitarios para mantenerse y no necesitaba encadenar a los espectadores con un episodio a la semana, como ha hecho el modelo tradicional de las cadenas de televisión. Gracias a esta estrategia las suscripciones de Netflix se dispararon.
Pero el streaming como tecnología existe desde los años noventa. De 2000 a 2010, empezó a crecer con Macromedia Flash, en el que se basaban Youtube y otras plataformas para ofrecer sus contenidos. A mediados de la década de 2000, las compañías de cable empezaron a almacenar películas y episodios anteriores de populares series originales de servicios de televisión premium como HBO y Showtime, pero la entrega era a menudo lenta y, como el televisor estaba conectado a la pared mediante un cable coaxial, no se podía hablar de streaming.
La tecnología de streaming empezó a despegar cuando se creó el estándar MPEG-DASH en 2012. YouTube y otras plataformas de streaming de video pasaron de Flash a HTML5 utilizando este estándar, y con el streaming online como prueba de concepto, el mercado del streaming de video se expandió rápidamente a la televisión, los smartphones y otros dispositivos.
¿Y qué es el streaming?
Estamos en 2023, ¿y apenas te lo estás preguntando? He aquí la respuesta técnica: El streaming se refiere a la transmisión continua de archivos de video y audio desde un servidor a un cliente. Una forma comprimida del contenido se envía por Internet y el espectador lo visualiza en tiempo real. Los medios en streaming se envían continuamente y se reproducen a medida que llegan. En pocas palabras, el streaming es un proceso que permite a los usuarios ver o escuchar contenidos en línea sin tener que descargar primero los archivos. Siempre hemos podido consumir contenidos multimedia de Internet de una forma u otra, pero antes era más difícil que ahora. Normalmente, había que descargar lentamente archivos enormes en un disco duro que probablemente estaba a reventar de contenidos descargados previamente.
La serie de Netflix “The Playlist” es un ejemplo de ello. En ella, unos desarrolladores acaban de crear Spotify, un servicio de streaming de música que no requiere una red peer-to-peer, o red de igual a igual, ni la descarga de archivos. Esta tecnología es común hoy en día, pero parecía algún tipo de brujería cuando las aplicaciones P2P eran la única opción.
¿Cómo funciona el streaming?
Buena pregunta. El streaming descompone los datos de un archivo de video o audio y los recompone de forma que cualquier dispositivo pueda leerlos. Si te gusta la ciencia ficción, como la popular serie Star Trek, el proceso es similar en teoría a lo que ocurre cuando Scotty transporta al capitán Kirk. Pero es una simplificación excesiva.
Los flujos de contenidos empiezan con un archivo multimedia pregrabado en un servidor remoto. Ese sería el capitán Kirk. Cuando un servidor recibe una petición de un cliente (“Beam me up, Scotty!”), el archivo se comprime y se envía al dispositivo cliente en pequeños fragmentos llamados paquetes de datos, mediante un protocolo de transmisión como el Protocolo de Control de Transmisión (TCP: Transmission Control Protocol) o el Protocolo de Datagramas de Usuario (UDP: User Datagram Protocol). Tras recibir los paquetes de datos, un reproductor de video en el extremo del usuario descomprime los datos e interpreta el video y el audio. Una vez reproducidos, los archivos de video se eliminan automáticamente.
¿Qué se necesita para transmitir contenidos vía streaming?
Las computadoras de escritorio, las portátiles, los teléfonos inteligentes, tabletas y modernos televisores inteligentes están diseñados para recibir contenidos en streaming. Y como el streaming en directo se ha hecho tan popular, abundan las plataformas de terceros que hacen el trabajo pesado para las empresas que transmiten en vivo sus contenidos, ofreciendo capacidades de almacenamiento y edición y el ancho de banda necesario para transmitir. También hay que tener en cuenta que algunas plataformas de redes sociales ofrecen sólidas funciones de streaming en directo.
Sin embargo, la conectividad a Internet de alta velocidad es la clave para el flujo de “subida” y “bajada” de contenidos, ya que sin ella es probable que los usuarios se encuentren con buffering. El buffering carga una parte del contenido de la transmisión antes de que comience el streaming continuo y continúa durante todo el video o el audio. En una conexión veloz, todo esto ocurre rápidamente y no lo notamos. Pero una conexión más lenta hace que el buffering sea obvio, ya que el contenido lucha por cargarse y luego seguir el ritmo de lo que ya se ha cargado. Esto se traduce en repetidas pausas temporales en la transmisión o en una experiencia de video borrosa mientras tu reproductor de streaming ajusta automáticamente la calidad de la transmisión.
Mi compañía de Internet sigue quejándose de mi uso de ancho de banda. ¿Debería preocuparme
Aquí hay otro posible obstáculo para el éxito del streaming: La limitación del ancho de banda. A veces, una experiencia de streaming poco satisfactoria no es culpa del servicio de streaming, del dispositivo al que se transmite o de la velocidad que pagas a tu proveedor de Internet.
Algunos proveedores de servicios de Internet (ISP: Internet Service Providers) ralentizan intencionadamente la velocidad de sus clientes si superan una cantidad predeterminada de uso en un tiempo también predeterminado. Esto se llama "estrangulamiento", una forma de regular el tráfico de la red para minimizar la congestión y el uso del ancho de banda disponible.
Imagínatelo: Llevas todo el fin de semana sin salir de casa y te has dado un atracón de episodios de Game of Thrones y Better Call Saul, y de repente tienes mucho retraso en tu streaming. Puede que tu proveedor esté ralentizando intencionadamente tu conexión. La mala noticia es que no hay forma de detener la ralentización de Internet porque probablemente estés obligado a ello por contrato. Quejarte de que gastas el equivalente a 100 dólares al mes por una conexión rápida no te librará del yugo de la ralentización. Sin embargo, algunos ISP afirman que no limitan la velocidad, así que si te ocurre esto, cambiar de proveedor es la forma más eficaz de avanzar.
Aun así, a veces las conexiones se ralentizan porque todos los demás usuarios de la red la utilizan simultáneamente a gran capacidad. Para los más técnicos, el uso de una VPN es la principal forma que tienen muchos consumidores (especialmente las empresas) de evitar la pérdida de conectividad durante las horas pico.
Pero el streaming de contenidos es mucho más que entretenimiento, mucho más.
Streaming para mejorar el reconocimiento de marca y aumentar las conversiones
En 2030, el mercado mundial del streaming de video tendrá un valor de 330 mil millones de dólares. Esto es un testimonio de la creciente demanda de servicios de streaming a medida que más personas recurren a los contenidos digitales para informarse y entretenerse. El streaming de contenidos -ya sean en directo o producidos previamente- ofrece un enorme potencial de crecimiento para las empresas. Pero para aprovecharlo, las organizaciones deben comprender el poder del streaming y cómo utilizarlo con eficacia.
La mayoría de las marcas han descubierto las ventajas de los contenidos de video. Los videos permiten a las empresas publicar tutoriales, lanzamientos de productos, entrevistas, casos de estudio, actualizaciones “detrás de cámaras” y cualquier otra cosa que se les ocurra a los departamentos de marketing. A través de videos en directo, las marcas pueden crear el mismo contenido, comprometerse con su público e interactuar con él. Esto ayuda a las empresas a establecer una conexión con su público y generar confianza. Los videos en directo también permiten a las marcas obtener comentarios instantáneos de sus espectadores, lo que les facilita ajustar sus mensajes y contenidos según sea necesario. Las retransmisiones en directo ofrecen a las marcas la oportunidad de crear contenidos que no son posibles con los videos a la carta, como una sesión de preguntas y respuestas en directo, una conferencia virtual o un seminario web educativo.
Ten en cuenta estas estadísticas:
Según un estudio realizado por Livestream.com y New York Magazine, el 80% de la audiencia prefiere el video en directo al contenido escrito de un blog, mientras que el 82% prefiere el video en directo a las publicaciones tradicionales en las redes sociales.
El objetivo del marketing digital es impulsar las ventas y aumentar las conversiones. Según el estudio de Livestream, el streaming de contenidos en vivo a tu audiencia puede aumentar la intención de venta en un 97% y reforzar la asociación con la marca en un 139%.
Hacer streaming en directo tiene ventajas inmediatas, pero también puedes utilizar el video después. Las grabaciones de video pueden reutilizarse en tu sitio web para ofrecer nuevos contenidos. Al colocar estratégicamente el contenido de video en tu página de destino o landing page, puedes aumentar las conversiones en un 80% o más, y el 64% de los usuarios son más propensos a comprar después de ver un video. Y no se trata sólo de video. Los streamings en directo reutilizados pueden usarse para artículos escritos e infografías para redes sociales, tutoriales y videos informativos.
Otras ventajas del streaming en vivo para tu empresa
El streaming en vivo te diferencia de la competencia y ofrece a tus clientes una experiencia atractiva e interactiva. Examinemos algunas ventajas generales del streaming de video en directo.
Puedes dar a conocer tu marca y ampliar tu audiencia conectando directamente con los espectadores. Si utilizas los hashtags adecuados, estarás ampliando tu alcance al aprovechar las conversaciones que ya están teniendo lugar en las redes sociales. Hoy en día, los algoritmos de las redes sociales dan prioridad al video en vivo frente a las publicaciones estáticas o de texto, por lo que es mucho más probable que los usuarios vean tu retransmisión en directo. Esto se debe a que estos algoritmos dan prioridad al contenido que se considera más atractivo, y el video en directo se considera el más atractivo de todos. También es el más interactivo, ya que los usuarios pueden comentar y hacer preguntas en tiempo real.
El streaming en directo permite a tu público interactuar directamente contigo, algo que es mucho más probable que hagan si saben que vas a responder inmediatamente. Esto abre la oportunidad de fomentar relaciones significativas con tus espectadores y aumentar el compromiso de los espectadores. Retransmitir en directo aumenta tanto la cantidad como la calidad de la audiencia.
El uso de contenidos de video en directo desmitifica la relación humana entre una marca y un cliente, creando un sentimiento más familiar que a menudo precede a la fidelidad a la marca. Tu audiencia estará comprometida y tu marca se verá reforzada cuando añadas el livestreaming a su estrategia de marketing digital.
Vale, ¿cómo puede empezar mi empresa con el livestreaming?
Hoy en día existen varias soluciones de streaming de video basadas en la nube. Las funciones que ofrece cada plataforma varían en función de su precio. Para ayudarte a tomar esta decisión, la empresa de streaming Dacast ha elaborado un resumen de algunos de los mejores servicios de streaming de video en la nube disponibles en el mercado.
Además, te sugerimos echar un vistazo a la guía de podcasting de AVIXA, que contiene un resumen de algunas de las mejores cámaras disponibles para streaming.
Sigue con atención nuestras recomendaciones y cuentanos tu experiencia una vez que hayas compartido tus primeros videos en streaming.
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