Ojalá que todos los fines de año sean felices y que el trabajo nunca se termine, si eres de los que tienen pendientes por resolver en estos días casi feriados ya es ventaja en muchos sentidos.

La melancolía se hace presente en el cierre de año como si no hubiera mañana, la realidad es que los números a todos nos importan, cuánto se vendió, cuánto ganó la empresa, cuál fue la suma total de comisiones, entre otras cosas. Aunque esto se viene revisando cada semana y cada mes, parece que al final del año se agudiza y esto pone a temblar y vibrar al cuerpo.

El balance además de cuantitativo se pone mas interesante si le ponemos el factor experiencia, que momentos de gloria o fracaso tuvimos la suerte de vivir este ciclo, son una mezcla de los 2 que en consecuencia generaron conocimiento, algo que anotar y tomar en cuenta para el año que viene.

¿En el aspecto de conocimiento qué hemos ganado? Cursos hay miles y están disponibles en cualquier momento, la oportunidad para utilizar ese conocimiento esta limitado y la puntería se tiene que agudizar cada vez más, la inteligencia artificial lo está haciendo, la humana lleva otro ritmo.

La diversificación en las empresas dedicadas al AV no es un asunto voluntario sino necesario, para muchas empresas que requieren de servicios suelen adjudicar el paquete de tecnología completo, lo que hace más todólogas a las empresas, hay más retos que afrontar, más especialidades que cubrir ya sea de manera directa o indirecta (contratar expertos por cada especialidad).

Como todo ritual de las 12 uvas, planes de nuevos hábitos saludables, deseo que todos sigan en búsqueda de nuevos retos y desafíos, cuando uno se concrete nazca otro y así siga cada vez.

Por un nuevo año lleno de esferas como la de las Vegas, sonido immersivo, inteligencia artificial, conocer nuevos personajes que inspiran, maratones y medios maratones completados, nos vemos en el 2024.

 Si alguien se va a quedar otro rato por favor apague a luz antes de retirarse.