El avance acelerado, contra corriente y en busca de la mejora continua nos mantiene en constante cambio, las actualizaciones de firmware en la mayoría de los equipos que utilizamos cada día pretender curar y adaptarse a múltiples cambios de 3ros, ya sea por seguridad ante la amenaza o bien para lograr pequeñas mejorías que muchas veces a simple vista no se aprecian.

Algunos de los avances de firmware provocan obsolescencia, dejan fuera del juego a muchos productos que, al no contar con los requerimientos mínimos recomendados de capacidad, quedan inutilizables en automático, es decir se vuelven desechables, estoy seguro de que muchos de nosotros tenemos al menos uno, tema delicado que estoy seguro  @SAVe | Sustainability in AV tiene mucho por compartir

La calma sin duda es relativa, durante eventos en vivo difícilmente se pude conseguir, por ejemplo, en una sala de monitoreo que supervisa procesos críticos o de seguridad en tiempo real, una sala de control de un foro multi funcional o la cabina de un estadio de futbol, a mayor responsabilidad durante un evento o tarea, mayor es la tensión. La experiencia nos dice que siempre hay imprevistos, cuando todo parece que marcha bien, en un abrir y cerrar esto cambia y la reacción inmediata para resolver nos saca de nuestra zona de confort.

En uno de los proyectos que hace algunos años tuve oportunidad de participar nos sucedía algo que se salía de nuestro alcance, fallos en la red que incluso a los administradores les costaba trabajo descifrar, debido a la unificación de infraestructura de TI para dar servicio a varias especialidades: accesos, cctv, video, seguridad, puntos de venta, audio, entre otros, tal como en una reciente publicación nuestro amigo @Eduardo Andres Travi nos recomienda.

Ante esta situación crítica resultaba imposible encontrar la calma, pues a pesar de haber realizado todas las pruebas necesarias previas al evento, el error se manifestaba justo antes de comenzar el evento y ante un foro de mas de 50 mil espectadores, los únicos deseos que llegan a la mente son el de desaparecer por arte de magia y no saber más, al no ser esto lo más viable, resulta que tomó algo de tiempo encontrar la manera de corregir esa falla, desgraciadamente ésta se hacía visible únicamente en este escenario complejo, cuando nada debe de fallar.

Pensar en un escenario de calma posterior a la implementación de un sistema vivo y activo es complejo, dejando de lado la eficiencia, confiabilidad y robustez sea el sistema que fuese, con el paso del tiempo siempre la tecnología rebasa lo que recientemente se implementó y tarde o temprano requerirá que se realicen ajustes.

Un proyecto de AV es como un ser vivo en desarrollo, que demanda atención y que constantemente se puede ver vulnerable ante ataques diversos, exigencias fuera del alcance, requiere supervisión y mantenimiento periódico.

El hecho de realizar una entrega de proyecto solo representa el haber cumplido con lo solicitado y acordado, no necesariamente significa un deslinde, sino es el comienzo de lo que puede ser una relación a largo plazo si esto se lleva con cuidado.

Aquí es donde las pólizas de mantenimiento se hacen valer, pues al tener un conocimiento pleno del escenario que se ha implementado, llevando un seguimiento y constante comunicación con el cliente, es posible tener presente los cambios que puedan ocurrir en cuanto a las necesidades, actualizaciones, tendencias y poder ser los primeros en levantar la mano para ofrecer “upgrades” con beneficios que sumen el proyecto y que permitan hacer ajustes para adaptarse a esa evolución sin fin.

En ambientes corporativos o residenciales, para algunos usuarios finales resulta que las actualizaciones de equipo o plataforma a veces no son mejores, cómodas o sencillas en manejo como la plataforma o equipo anterior, sin importar que tenga mayor capacidad o atributos, esto es natural, pues la costumbre al uso de un sistema toma tiempo, como ejemplo a todos nos pasa cada vez que Windows lanza una nueva versión, los iconos no son los mismos, las rutas cambian, etc. Lo mismo pasa con la renovación de equipamiento, es necesario realizar una sesión de capacitación con el usuario para que puedan identificar las funciones, mostrar los beneficios de las nuevas versiones.

En algunas ocasiones he podido ver como usuarios desconocen por completo la plataforma de control y prefieren evitar el uso del mismo, se van por el camino manual evitando hacer contacto con ese sistema sofisticado que nunca aprendieron a usar, de ahí a veces los comentarios típicos de “ese sistema esta muy enredoso, creo que no sirve para nada”. Tristemente ese es un escenario común cuando un cliente pide una renovación, piden tener algo nuevo, fácil de manejar y que si funcione.

Como conclusión, es necesario vivir y ejecutar actualizaciones constantemente, para temas particulares de firmaware de plataformas de control, dsp, interfaces, entre otros, se recomienda siempre tener a la mano un respaldo de la ultima versión que funciona de manera correcta antes de realizar una actualización de sistema, si algo sale mal o no es compatible al 100% se facilita restablecerlo y ganar tiempo para validar que es lo que causa el problema y buscar ese parche.

¿Quién pudiera recordar y compartir ese momento crítico donde perdieron la calma ante una situación relacionada a un proyecto AV, donde algo que debería salir bien y que por algún momento salió mal?