La industria audiovisual en América Latina está marcada por historias de esfuerzo y pasión. Una de ellas es la de Margarita Reyes Canchola, CEO de G4 Audio y Video Interactivos, cuya trayectoria refleja no solo un camino de crecimiento profesional, sino también una apuesta constante por la innovación, la inclusión y el equilibrio personal.

Los primeros pasos en un sector fascinante

Margarita inició su carrera en el ámbito tecnológico trabajando en LG como ejecutiva de ventas. Su destino cambió cuando se unió a la empresa Microformas, donde fue enviada a un curso de automatización con AMX en Dallas, Texas. Esa experiencia marcó un punto de inflexión.

“Seis meses después me ofrecieron abrir la oficina en México y con eso comencé en el mundo audiovisual. Ahí impulsamos un programa de capacitación para programadores y diseñadores, que puso las bases del mercado y de muchas empresas dedicadas a la automatización”, recuerda.

Su primer gran proyecto fue con las tiendas C&A, que llegaban en ese entonces a México. Además, tuvo la oportunidad de conocer a fundadores de compañías que hoy son referentes globales como Extron, Lutron, AMX o Kramer. “Me cautivó la industria audiovisual y su continua evolución”, afirma.

Del reto de emprender al orgullo de construir

El mayor desafío de su vida profesional fue dejar de ser empleada y crear su propia empresa. “Empecé con el deseo de hacer una empresa confiable y, sobre todo, siendo mujer en una industria donde casi no había mujeres”, explica.

Los inicios fueron complejos: reunir un equipo de trabajo sólido parecía casi imposible. Pero 14 años después, Margarita lidera una compañía consolidada que ha superado numerosos retos. “Hoy me siento orgullosa de lo que hemos logrado como equipo, tanto en lo empresarial como en lo humano”, añade.

Entre sus proyectos más memorables, destaca el diseño e instalación de las salas de Nissan en Torre Aleph (CDMX). “Fue un reto enorme de logística y coordinación, pero gracias a la comunicación constante con el equipo, los proveedores y las marcas, logramos sacarlo adelante en tiempo y forma”.

Perseverancia y visión

Cuando se le pregunta por las habilidades que han sido clave en su crecimiento, Margarita no duda: “La perseverancia, el orden, seguir las mejores prácticas y estar siempre al día con las tendencias tecnológicas”.

Con esa fórmula, ha logrado abrirse paso en un sector altamente competitivo, demostrando que la disciplina y la visión estratégica son tan importantes como el conocimiento técnico.

Una mujer abriendo camino en la industria AV

“Al principio fue difícil porque no confiaban en mi intuición ni en mi visión”, confiesa. Pero con los años, ha ganado el reconocimiento de sus pares y ha logrado que el hecho de ser mujer en un cargo de liderazgo ya no sea visto como una excepción.

Además, ha promovido la integración de más ingenieras en su empresa. “Hemos logrado avances importantes y hoy las mujeres tienen cada vez más oportunidades de brillar en esta industria”, asegura.

Su consejo para las jóvenes que deseen entrar al sector es claro: “Prepárense con cursos y certificaciones, pero sobre todo, hagan equipo con los hombres. Nuestro trabajo se complementa y juntos logramos mejores resultados”.

Equilibrio entre la vida personal y profesional

La disciplina también se refleja en su vida diaria. Margarita comienza sus días temprano con meditación y ejercicio. “La manera en la que empiezo mi día determina cómo va a ser el resto”, dice. La alimentación saludable y los hábitos de bienestar son parte esencial de su rutina.

Tras años de viajes y jornadas interminables, aprendió a equilibrar mejor su tiempo, sobre todo después de la pandemia. “El trabajo remoto me ayudó a entender que se puede ser productivo sin estar siempre en la oficina. Ahora optimizo mi esfuerzo y priorizo lo que realmente es necesario”, comenta.

Su gran refugio es el yoga y la meditación. “Soy maestra de kundalini yoga y de meditación, y eso ya no lo cambio por nada. Incluso imparto dos clases semanales a grupos de mujeres, y ha sido transformador en mi vida”.

Mirando hacia el futuro

Para Margarita, el futuro de la industria audiovisual pasa por la colaboración. “Me gustaría ver más alianzas entre empresas y marcas, que se apoyen en los equipos locales en lugar de depender de compañías extranjeras. Eso genera confianza, reduce tiempos y beneficia a todos”, sostiene.

Su sueño pendiente es crear una escuela de talentos en AV, un espacio para atraer jóvenes, capacitarlos en nuevas tecnologías y prepararlos para distintos roles dentro de la industria.

Pasiones y filosofía de vida

Si no se hubiera dedicado al sector audiovisual, le habría gustado diseñar espacios para adultos mayores, pero no en formato de asilos, sino como entornos donde pudieran seguir desarrollando sus talentos.

Sus pasiones personales incluyen el senderismo y los viajes. “El contacto con la naturaleza es básico, sobre todo para quienes vivimos en grandes ciudades”, confiesa.

Y como guía en su vida y su carrera, tiene siempre presente una frase poderosa: “Universo, muéstrame las infinitas posibilidades para recibir milagros en mi vida y ser feliz”.

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