Con más de 60 años, Max acaba de obtener la certificación CTS® (Certified Technology Specialist™) de AVIXA®️, consolidando aún más su trabajo como integrador y especialista técnico en sistemas audiovisuales. 

De la electrónica a válvulas a las soluciones de vanguardia 

“Mi trayectoria comenzó con los estudios en electrónica, aún en la era de los equipos con válvulas”, recuerda Max. Durante décadas trabajó como operador de audio y participó en el desarrollo artesanal de equipos. En 2002 comenzó a trabajar en la instalación de emisoras de radio y televisión, hasta que en 2006 se adentró de lleno en el mundo de las instalaciones audiovisuales. 

Desde 2015, Max ha profundizado en la programación para sistemas AV, ampliando su dominio técnico. La certificación CTS fue una consecuencia natural de esa evolución. “Fue una conquista motivada por una necesidad profesional y por el deseo de gestionar mejor mi tiempo. Finalmente logré priorizar ese objetivo”, afirma. 

Proyectos destacados y una visión del futuro del AV 

Max destaca su participación en proyectos exigentes, como la implementación de soluciones AV en centros quirúrgicos y grandes auditorios, como momentos decisivos en su carrera. “Estos entornos exigen precisión, integración y altos estándares de calidad”, comenta. Para él, el sector audiovisual en Brasil ha evolucionado considerablemente en los últimos años, impulsado por iniciativas de AVIXA y sus miembros. 

El camino hacia el CTS: enfoque y persistencia 

Aunque considera que el examen fue “intimidante”, especialmente por estar en inglés, Max enfrentó el desafío con dedicación. Estudió con libros impresos (su formato preferido) y utilizó los exámenes de práctica disponibles en el sitio web de AVIXA. “Los módulos sobre levantamientos en sitio (site survey) y análisis de necesidades fueron los más desafiantes”, dice. Pero también su experiencia práctica acumulada fue clave: “Me ayudó mucho a la hora del examen”. 

Sobre el tiempo que le llevó poder presentar el examen —fueron varios años—, Max reflexiona con buen humor: “Aquí en Brasil uno tiene que silbar, chupar caña y todavía cargar el balde. Cuando hay tiempo, falta dinero.” 

Más que un título: un símbolo de realización personal 

Obtener la certificación CTS, para Max, representa “pura felicidad”. Se ve como un ejemplo para otros profesionales con experiencia que aún están considerando certificarse. “Sobre todo por la edad, y porque siempre estoy investigando. Es la curiosidad la que mueve al mundo”, afirma. 

Incluso antes de la certificación, Max ya aplicaba los conocimientos de AVIXA: su primer libro importado fue precisamente el manual del CTS. “Lo más importante en la práctica es la metodología que aplicamos en los proyectos.” 

Planes a futuro: compartir conocimiento 

Max ya tiene en la mira las siguientes certificaciones de AVIXA y también quiere apoyar a los más jóvenes en su camino profesional: “Quiero ayudar a la nueva generación a descubrir el mundo AV”. 

Pero también lanza una advertencia: “Todavía no contamos con políticas de educación técnica enfocadas en el audiovisual en Brasil. El sector necesita valorar más la formación y la certificación profesional.” 

Basado en su experiencia, Max también agradece a las personas y empresas que siempre lo impulsaron a seguir profesionalizándose: “Quiero dejar aquí mi agradecimiento a dos personas y una empresa que me dieron acceso a AVIXA y a las tecnologías actuales: Nelson Chelini, William Fertonani y FIBEX AV.” 

Optimista, cree en el futuro de la industria: “Siempre confío. Y los profesionales certificados tendrán un papel esencial en esta transformación.” ¡Felicitaciones, Max! 

¿Sabías que, además del CTS, también existen las certificaciones CTS-D (Design) y CTS-I (Installation)? ¡Conócelas aquí y da el siguiente paso en tu carrera!