Una barba generosa, gafas y, a menudo, una corbata de moño, nos ayudan a identificarlo en los pasillos de InfoComm. Es sonidista de profesión, músico y fotógrafo aficionado, y profesional de la integración audiovisual por amor. “Hacen falta amateurs, personas que amen lo que hacen”, afirma y nos recuerda las clases de Etimología. Amateur, término francés, viene del latín amator, el que ama. Y así entiende su trabajo. “Amo mi relación con los clientes, amo encontrar soluciones. Cuando haces las cosas con amor las cosas salen bien”. Es Iván Escipión Hasbún Alegría, CTS, Jefe de Proyectos e Instalaciones en la empresa chilena Audiomúsica, con quien conversamos sobre la comunicación, la formación y la importancia de la visibilidad latinoamericana en la industria de la integración audiovisual.

¿Cómo? ¿Esto es una industria?

Sus estudios de Técnico de Nivel Superior en Sonido, una breve experiencia en la producción de eventos y una buena dosis de ingenio lo llevaron a descubrir que unir dispositivos de audio y video podrían convertirse en una solución para una función o necesidad específica. “Me contrataron en una universidad como responsable de la operación de los sistemas audiovisuales de un auditorio, casi todo análogo, pero logré mantenerlo al día. Luego hubo algo de presupuesto y me encargué de su renovación tecnológica”, comenta sobre sus inicios. “Se corrió la voz de que lo había hecho bien y me encargaron la actualización de otros espacios y aulas en la universidad. Me puse a inventar soluciones con algo de ingenio, con ayuda de la poca información que tenía a mi alcance, buscando por aquí y por allá”.

Entre sus proveedores, una persona de Kramer se tomó el tiempo de ayudarle a diseñar sistemas y le mostró que para muchas de las soluciones que Iván tenía en mente ya existía un producto específico. “Yo estaba encerrado en un mundo y no veía lo que había afuera. Me enteré de que esto era una industria cuando ya llevaba varios años trabajando en ella”, confiesa con una sonrisa.

Saber es importante, entender es fundamental

Después de varios años de trabajo para la universidad, Iván se mete de lleno en el otro lado de la industria de la integración audiovisual, pasa por varias empresas, un mayorista y algunos integradores. Se enfoca en crear relaciones, hacer contacto con los fabricantes. Y a tomar cursos, uno tras otro, hasta que se da cuenta que corría el riesgo de convertirse en un coleccionista de datos y características técnicas.

“El cliente te expresa su dolor, pero no te habla de los productos que requiere. Así que comprendí que, aunque saber es importante, lo fundamental es ser capaz de entender las necesidades, identificar los problemas y proponer soluciones”, explica. Y pide que no se le malinterprete, la formación técnica es muy valiosa, pero es apenas una parte de lo que hace a un profesional de esta industria.

Iván pone énfasis en este aspecto. El integrador de soluciones audiovisuales debe desarrollar sus habilidades de comunicación, incluida la de escuchar, para conseguir establecer el mejor diálogo posible con su cliente. “No hay cursos para aprender a comunicarnos o para interpretar lo que el cliente quiere decir”, apunta. “¡Esta sala se escucha muy mal…!, es posible que sea todo lo que un cliente me diga durante una primera visita a su sala de reuniones”, añade.

Otro reto a superar es descubrir si se habla con la persona indicada, pues no es lo mismo escuchar al usuario de un sistema, al tomador de decisiones o al responsable de negociar el contrato. Seguramente cada uno expresará un ángulo distinto del problema. “Somos como los médicos, hacemos diagnósticos y recetamos remedios, pero no siempre vemos al paciente real, en ocasiones solamente hablamos con su representante”, señala. “Pero soy optimista, así que si consigo entender el problema, tengo la certeza de hablar con la persona indicada y logro obtener una idea del presupuesto disponible para invertir, entonces considero que ya tengo resuelto el 50% de ese proyecto”. 

¿El valor de la certificación CTS?

Con su experiencia en cursos y certificaciones, ha aprendido a distinguir el valor que ofrecen estas herramientas. Sobre la certificación CTS (Certified Technology Specialist) de AVIXA, obtenida en 2023, Iván expone sus razones para prepararse, presentar el examen y aprobarlo.

“La CTS de AVIXA es de las pocas certificaciones que tienen tanto un valor personal como uno público. En el aspecto personal, decidí obtener la CTS para asumir un compromiso como abanderado de la industria regional y motivar a que más personas se profesionalicen en Latinoamérica. Mientras que en lo público, en mi papel de responsable de proyectos en Audiomusica, es fundamental contar con ella para acceder a proyectos que exigen la participación de un profesional certificado por AVIXA”.

Compartir el conocimiento

Como fiel enamorado de la industria, Iván disfruta de la convivencia con sus colegas. Y en AVIXA ha encontrado una comunidad que, no duda en decirlo, lo recibió con brazos abiertos. “Antes de mi participación como panelista del Congreso AVIXA en InfoComm 2023 estaba muy nervioso. Y cuando se lo comenté a Martín Sául, miembro de la Junta Directiva de AVIXA, que estaba sentado a mi lado, fue muy amable y me dijo 'estás donde tienes que estar', lo que fue toda una inyección de confianza”, comparte.

Este amateur de la integración audiovisual destaca que en esta industria se le da mucha importancia a escuchar a los colegas, pues siempre hay algo que se puede aprender de los demás. “Pocas cosas enriquecen más a una persona que ofrecer su conocimiento y punto de vista a otros para su consideración. No importa que tan amplia sea tu experiencia, pero regalar a otros una parte de lo que sabes es algo hermoso”. 

No basta con la presencia, se requiere la visibilidad latinoamericana

Sabedor de que la industria de integración audiovisual es relativamente joven en Latinoamérica, advierte algunos puntos flacos en los que sugiere trabajar para guiarla a la madurez.

• Es necesario administrar el tiempo para dedicar horas a las tareas que generan ingresos y horas a la formación y conocimiento. Encontrar el balance adecuado que nos permita crecer y fortalecernos para competir en cualquier lugar del mundo.
• Implementar, documentar y medir las buenas prácticas. Es una manera de mejorar nuestros estándares, construir prestigio y abrir las puertas para relacionarnos con jugadores del mejor nivel.
• Confiar más en nuestros colaboradores, en nuestros colegas, en nuestras empresas y confiar también en nuestros mercados locales y regionales.
• Acercarnos a los especialistas en TI y establecer una sólida relación para trabajar como hermanos y no como primos lejanos.
• Participar en seminarios, congresos y ferias internacionales. Dejar de ser espectadores para convertirnos en oradores. Entender que nuestro valor radica en ser personas y tener una opinión propia que pesa lo mismo que la de cualquier otro individuo. Espacios como los que abre AVIXA son nuestros, están ahí para aprovecharlos para hacerlos propios.

“Hay algo de arte, de filosofía y hasta de realismo mágico en nuestra industria, siempre nos presenta nuevos desafíos, nos ofrece la oportunidad de innovar y de encontrar soluciones. Pienso que somos privilegiados porque tenemos la habilidad de comprender los problemas y hacer realidad los sueños de nuestros clientes”, concluye el entusiasta Iván.